El General Antonio Medina «El Pachón»
Año de 1914.No eran tiempos de paz para Teziutlán. La plaza de Teziutlán permanecía sitiada hacía varios meses y no daba trazas de caer en poder de las fuerzas revolucionarias que la asediaban.Su situación topográfica ayudaba para la defensa: barrancas en todos sus alrededores y solamente por el lado de la estación ferroviaria se resentía el punto débil. Por ese lugar se habían registrado fuertes ataques de los rebeldes y varios jefes federales resultaron heridos con numerosas bajas…pero la plaza se sostenía inexpugnable. ¡Viva Carranza! ¡Viva Carranza! ¡Mueran los pelones! Eran los gritos de los indios rebeldes que se escuchaban en las noches serenas al pie de las estribaciones del Cerro del Chignautla, por el rumbo de Ahuateno y por Xoloco. La ciudad, que al principio estaba defendida por fuerzas del Estado, integrantes del Batallón Zaragoza, al que no recuerdo por qué llamaban »los pambazos», al mando del Coronel Guevara,…