Vicente Segura, de millonario a revolucionario.
Relataban los abuelos que años antes del movimiento revolucionario de 1910, cuando las calles teziutecas exhalaban el aroma de la fruta que abundaba en las fincas, de las tejas mojadas y de las macetas de barro que adornaban los balcones con herraje, los moradores, asombrados, presenciaban el paso airoso de un niño de bucles de oro, muy hermoso, con aspecto de príncipe, que vestía trajes de terciopelo con cuello blanco, inmaculado y de encaje, con zapatillas de charol y hebillas de plata, quien era acompañado, durante las mañanas nebulosas y frías, por un hombre de edad avanzada, su sirviente, cuyas grandes patillas y sombrero singular cautivaban la atención. Niño elegante aquél, que el viejo asistente acompañaba hasta el colegio Liceo Teziuteco,a alguna casa o el templo y que contrastaba con los hombres y mujeres de gran refinamiento que vestían de acuerdo con las modas porfirianas y parisinas, y con los…
La historia de amor de Doña Conchita
Concepción Serrallonga y Patiño , nació en Papantla, Veracruz en 1886. Era mujer refinada. Su linaje no le impidió comportarse como la dama educada y el ser noble, extraordinario, sensible y de virtud modelo que siempre fue y la distinguió entre su familia y sus amistades. Conoció los claroscuros de la vida y hasta la madrugada de su ocaso, a sus 38 años de edad, mostró la dignidad de quien ha caminado con la satisfacción de derramar el bien. Desde la infancia aprendió a cantar ópera y tocar el piano Weinbach de construcción alemana que alguna vez llegó a su casa -La Casa Dorada- y se convirtió en noticia porque al desembarcarlo en el Puerto de Veracruz, en la época del Porfiriato, los técnicos germanos desmontaron el instrumento de cola, contrataron arrieros que condujeron las partes en una recua de mulas y posteriormente lo armaron ante la curiosidad de los…