
Sobre la avenida Rocafuerte (ahora Homero) con el N° 1109, entre las calles dedicadas a Edgar Allan Poe y Pedro Calderón de la Barca, se edificó entre 1942 y 44 una majestuosa residencia que pasó al imaginario popular como “La mansión maldita” a causa de la película “El ángel exterminador” dirigida por Luis Buñuel. El propietario original de la casa fue el teziuteco, Maximino Ávila Camacho, quién fuera militar y político, hermano mayor del presidente Manuel Ávila Camacho; además de haber sido gobernador de Puebla, ocupó el cargo de Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el gobierno de su hermano. Arriba, una fotografía de la casa tomada en 1962, desde la esquina que forman Homero y Calderón de la Barca.
Luis Buñuel había trabajado en México y alcanzado fama en 1950 con su controversial película “Los Olvidados”; desde final de la década y mientras trabajaba en “Nazarín” (1959) examinaba el proyecto de una película surrealista –fundada en su obsesión por el lienzo “Le radeau de Méduse” de Théodore Géricault– que debía suceder en una enorme mansión maligna, propiedad del señor Edmundo Nóbile, en la misteriosa calle de Providencia y que finalmente llamaría “El Ángel Exterminador”. Para tal efecto se eligió la residencia (que antes fuera de Ávila Camacho) en la avenida Rocafuerte y que ahora se había rebautizado como avenida Homero. Abajo, en un estupendo encuadre de Gabriel Figueroa -1961- aparece la casa Nóbile en la película “El Ángel exterminador” dirigida por el controversial cineasta.

Con la producción de Gustavo Alatriste y la extraordinaria fotografía de Gabriel Figueroa, Buñuel filmó una película que ha pasado a la historia con la polémica que siempre acompañó al aragonés naturalizado mexicano: Una veintena de personas envueltas en una situación límite –un encierro prolongado e inexplicable—muestran debilidades y manías en un marco surrealista donde aparecen empleados torpes, borregos victimados, repeticiones, un oso y una mano desposeída dentro del esplendor de la casa de Edmundo y Lucía Nóbile.

La casa juega un papel importante en la trama, y es el marco que da sustento a los extraños sucesos; aunque buena parte de las tomas interiores se hicieron en los estudios Churubusco, los exteriores y vestíbulo principal corresponden en su totalidad a la de Ávila Camacho y gracias a los encuadres de Figueroa, dan testimonio de la sorprendente fastuosidad de la construcción. Abajo, en una “instantánea” de la película, puede verse la llegada de los invitados a la casa; el encuadre con personas y auto permite dar escala al pórtico de entrada…

Abajo, en otro encuadre de Gabriel Figueroa -1961-, aparece el vestíbulo principal de la casa, cuando los protagonistas acceden al inmueble para disfrutar de la velada…
Más abajo, el señor Edmundo Nóbile (Enrique Rambal) en la película “El Ángel exterminador”. Se dice que el enorme candil de la casa Ávila Camacho puede verse colgado sobre el acceso al “Gran Hotel Ciudad de México”, antes Centro Mercantil; aunque de diámetro similar, NO es el mismo…


En otra “instantánea” de la película “El Ángel exterminador”, uno de los momentos extraños de la filmación; en la toma, pueden verse el vestíbulo y escalera de la casa Ávila Camacho. La residencia sigue en pie, como oficinas de una compañía de seguros (MetLife) y los interiores aún se mantienen en su condición original. Abajo, una fotografía de la escalera en su estado actual, que apenas ha perdido los candelabros de las barandas.


La colonia Polanco ha cambiado mucho en los últimos cincuenta años, pero algunas secciones siguen siendo reconocibles: abajo –en otra “instantánea” de El ángel exterminador que mira hacia el poniente– la avenida Homero en 1961, donde se puede ver en primer plano (además del Cadillac –Coupe de Ville 1961) la entrada de la casa; a la izquierda pueden distinguirse los edificios de Moliere N° 328 y 330 que daban frente y acceso al Cine Polanco, y sobre Horacio las casas de Agustín Lara (hoy transformada en Starbucks) y la casa de la familia Llamas.

En 1983, la casa Ávila Camacho también fue utilizada como escenario en la película “The Falcon and the Snowman” (que en México se llamó “Juego del Halcón”) apareciendo como sede de la embajada de la URSS en la cinta dirigida por John Schlesinger. Abajo, una toma de la película en que aparece la casa a la que se infiltran los actores Sean Penn (en su papel como Dalton Lee) y Timothy Hutton (actuando como Christopher Boyce).

En 2019 se iniciaron proyectos de remodelación de la propiedad, donde se busca conservar lo construido y ofrecer más espacios. Les dejamos unas imágenes de la actualidad.


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Créditos: Rafael Fierro Gossman/Julieta Fierro <Artículo> Las Casas Grandes de México.
Excelente relatos y que bueno sacar las historias importantes de nuestras ciudades!! Gracias por tan hermosa y loable labor